Conocí a Roma en el 2019, comencé entrenando pole con ella, me enganché con sus entrenamientos rudos, sus mensajes motivacionales y su forma de enseñar… luego vino la pandemia y perdimos el contacto, sin embargo, en el 2022 volvimos al ruedo juntas, ella en su periodo de postparto y yo embarazada. Los entrenamientos se adaptaron perfectamente a lo que necesitaba en ese momento, clases de pole soñadas y personalizadas hasta las 32 semanas de embarazo. Apenas me dieron el alta postparto retomé el entrenamiento con Roma nuevamente y la verdad ha sido por lejos la mejor decisión en este momento. Las clases (solo una vez a la semana porque no puedo más días) se han convertido en terapia, cada clase representa un nuevo desafío, cada entrenamiento es ganancia y no solo de fuerza, flexibilidad, condición física, es una dosis extra de energía, de motivación, de romper barreras y creencias que me bloquean. Entrenar con Roma no solo me ha transformado físicamente, también lo ha hecho mentalmente, he logrado cosas que no imaginé y sin duda la guinda del pastel es la basta experiencia que tiene en diversas áreas de entrenamiento, lo que hace que cada clase sea una experiencia totalmente diferente; ahora no solo hago pole con Roma, sino que también practico lira, pole aéreo y hasta telas si nos da tiempo.